UN MUNDO DE HONESTIDAD EN LOS
ADOLESCENTES ESCOLARES Y
UNIVERSITARIOS DEL PERÚ💝
La honestidad es una cualidad humana que
consiste en actuar con respeto a la verdad, es fundamental para una relación
sana y fuerte. Muchos adolescentes piensan que mentir y engañar es la única
salida a sus problemas, pero están equivocados, ya que ser honestos no solo es
decir la verdad, sino también es tener
la conciencia tranquila y diferenciarse como seres humanos. Aunque sea difícil
de practicar, este valor fortalece y mejora la relación con todos. En el
colegio como en la universidad, los adolescentes se encuentran en situaciones
donde tienen que ser honestos y no lo son. La honestidad es muy importante,
debido a que te ayuda a ser confiable y a crear
un ambiente de confianza con las personas de tu alrededor; sin embargo,
ser honestos tiene sus ventajas y desventajas. Pero, ¿Qué desventaja tiene ser
honestos? A continuación se presentara las ventajas y desventajas de la
honestidad en la adolescencia.
Según detalla el diccionario de la
Real Academia Española ((RAE)) ).”La honestidad proviene del término latino honestĭtas, que es la cualidad de honesto. Por lo tanto, la
palabra hace referencia a aquel que es decente, decoroso, recatado, pudoroso,
razonable, justo, recto u honrado”. [1]Por
otra parte, Sócrates nos dice:
“Es un valor o cualidad propia de los seres humanos que tiene una
estrecha con los principios de verdad y justicia y con la integridad moral. Una
persona honesta es aquella que procura siempre anteponer la verdad en sus
pensamientos, expresiones y acciones. Así, esta cualidad no sólo tiene que ver
con la relación de un individuo con otro u otros o con el mundo, sino que
también puede decirse que un sujeto es honesto consigo mismo cuando tiene un
grado de autoconciencia significativo y es coherente con lo que piensa. Lo
contrario de la honestidad sería la deshonestidad, una práctica que comúnmente
es repudiada en las sociedades contemporáneas, ya que se la asocia con la
corrupción, el delito y la falta de ética” [2] (Briceño,
2011)
La gran mayoría de los jóvenes no
tienen como hábito, practicar los valores, en especial el de la honestidad, puesto
que la mayoría de las veces resulta más fácil mentir sin importar lo que el
exterior opine acerca de nosotros. Pero, ser honestos trae consigo muchas
ventajas en diferentes ámbitos de la vida.
En el ámbito familiar, desde muy
pequeños los padres inculcan a sus hijos valores y actitudes que les servirán
en el futuro, entre los cuales está la honestidad. Una ventaja consiste en ganarse
la confianza de los padres y de los miembros de la familia; generando así, un
ambiente tranquilo, sincero y con
principios.
Los adolescentes en muchas ocasiones
se ven rodeados de malas amistades, y adquieren hábitos inadecuados olvidando
los valores que le inculcaron en casa desde pequeños. La adolescencia es una
etapa difícil en donde la preocupación que tienen los jóvenes mayormente es por
su apariencia física, adquiriendo así, estereotipos y queriendo cambiar su
personalidad; fingiendo algo que no son. En la sociedad la honestidad es un
valor que se pierde con el tiempo; debido a que día a día surgen ideologías y
pensamientos erróneos de como mentir para caer bien a los demás, de engañar y
robar para adquirir bienes y satisfacer gustos momentáneos. Sin embargo, al
realizar estas acciones no solo se daña a las personas del entorno, sino
también a la propia conciencia. (Bernstein, 2013)
“Dile
a tu hijo que temer a la verdad o sentirse abrumado por ella es normal y
comprensible en cierta situación, pero que es posible trabajar con el miedo de
manera positiva y con la verdad. Recuerda a tu hijo adolescente que todos
cometemos errores, y que resolviéndolos verdaderamente, el daño suele ser menos
estresante y negativo que si se intenta ocultar la verdad.[3]
En el ámbito social, otra ventaja
de ser honestos es ayudar en las relaciones afectivas y a construir un ambiente
de confianza y de buenos hábitos. También, ayuda a evitar los divorcios o las
discusiones de pareja porque no habría
quien mienta o quien haga trampa, viviríamos de acuerdo con nuestras promesas,
cumpliendo compromisos y resolviendo amigablemente los problemas. No se
necesitaría mucho de la fuerza policial porque con gente honesta el crimen
acabaría; precisamente el crimen es el producto de la deshonestidad, la mentira
y el robo. Además, no existiría el tráfico ni el consumo de drogas ilegales,
dos actividades vinculadas con el fraude y el engaño.
En nuestro entorno local, el ser honesto no
solo implica estarlo con nosotros mismos, sino también, con el resto, en donde
se encuentran los vecinos, trabajadores, jefes, profesores, etc. Ellos, en diversas
ocasiones de la vida, se plantean sucesos donde se lograría demostrar la propia
honestidad. Sin embargo, para tener una buena convivencia laboral, es
necesario, practicar la honestidad y así,
lograr más beneficios que te ayudaran a seguir como persona, ya que los
ciudadanos del entorno notaran que eres una persona de confianza y podrán
confiar en ti. Asimismo, esto ocurre en las universidades en donde encontramos
profesores y trabajadores que día a día ejercen una ardua labor; y al igual que
el entorno local, este entorno institucional también plantea sucesos en donde
se debería practicar la honestidad; y así, lograr abundantes beneficios como el
reconocimiento de los profesores, la confianza para evaluar, y la autoridad
para dirigir un trabajo. También, en el caso de los otros trabajadores como el
personal de limpieza o el personal que
atiende la cafetería, ya que si demuestras sinceridad al momento de comprar y
de recibir tu vuelto, es probable que en ocasiones puedas llegar a comprar a
crédito debido a la práctica de la honestidad.
Así como hemos visto anteriormente,
la honestidad presenta muchas ventajas en diferentes ámbitos de la vida; pero, la
honestidad también tiene desventajas en los mismos ámbitos.
En el ámbito familiar, los
familiares al darse cuenta que no practicas este valor, ya no confiaran en ti.
Asimismo, esto ocurre en el caso de guardar un secreto con los padres y que el
tío pregunte sobre lo que estaban hablando; pero no dices la verdad por miedo a
su reacción y por querer mantener en secreto la conversación que tuviste con
tus padres. Sin embargo, él insiste y te menciona varios temas, de los cuales
uno acierta, mas en ese momento no puedes actuar con honestidad porque estarías
faltando a la confianza de tus padres. En el caso anterior se ve claramente
como, el ser honesto tiene desventajas, ya que si eres honesto con una o dos
personas sobre un tema privado, cuando venga alguien del exterior y te pregunte
sobre ese tema, te pondrá en una situación donde tendrás que mentir y no te
convendrá ser honesto.
Hay varias situaciones en donde se
tiene que practicar la honestidad; pero, en donde también se tiene que actuar
con discreción. Esto puede ocasionar problemas en las relaciones amicales y
afectivas. Por ejemplo, durante un examen si tu compañero te pregunta las
respuestas, tú, por más que seas sincero no se lo vas a decir porque estarías
corriendo el riesgo de que te suspendan
el examen. Asimismo, ocurre en un grupo de amigos en donde la base de la
relación debería ser la confianza pero tienes temor de decirle como eras
antes por miedo a que te juzguen o que
ya no formes parte del grupo, como en el tema de la castidad. Muchos
adolescentes en la actualidad piensan que la castidad es una enfermedad y que
deben de eliminarlo a corta edad; sin embargo, hay algunos jóvenes como
señoritas que guardan su castidad para la persona con quien compartirán toda su
vida en el matrimonio. Pero, en la sociedad y en su grupo de amigos, prefieren
mentir y aparentar que tienen mucha experiencia en ese tema por miedo a que los
juzguen o que los dejen de acompañar o querer y obran mal su honestidad, ya que
si obraran bien se verían perjudicados y al ver las desventajas que esto genera
varios adolescentes prefieren callar o aparentar lo que no son en realidad. De
igual manera, esto ocurre de manera inversa en las parejas porque en muchos
casos las chicas buscan perder su virginidad con un chico también casto, pero
antes de hacerlo deciden preguntar al chico. Sin embargo, el chico se sitúa en
un dilema
porque es consciente de que ya no es casto mas tiene miedo de que al decirle,
la chica se sienta triste y sus sentimientos cambien al enterarse que él ya no
es casto. Lo mismo ocurre con los chicos que buscan perder su castidad con una
chica que también sea virgen, pero la chica por circunstancias de la vida ya no
lo es. Sin embargo, ella siente miedo de dar una respuesta verdadera y que su
relación se acabe al enterarse que ya no es virgen y decide no ser sincera con
su pareja por miedo a la desventaja que la dejen y que después ese rumor se
extienda.
En el entorno local y laboral
surgen diferentes situaciones donde se tiene que practicar la honestidad, así
como es beneficioso en muchos casos; también, es perjudicial practicar en
otros. Un claro ejemplo, está en una junta vecinal donde todos los socios
muestran su punto de vista. Sin embargo, el mayor de todos explica sus razones
para reducir la inseguridad ciudadana y uno de los oyentes no está de acuerdo con
esas ideas pero teme decir su opinión, por miedo a que las autoridades lo
minimicen. Otro ejemplo ocurre en el trabajo, cuando descubres que tu jefe le
está robando a la empresa; pero, tú no puedes hacer nada para evitarlo porque
temes perder el empleo, que es muy importante para tu familia y para tus estudios. Por estos motivos, y así
como muchos otros, la honestidad siempre
tendrá momentos positivos como situaciones negativas en donde no se podrá practicar lo planeado. [4](Tagle Moreno). Asimismo, ocurre en las universidades y colegios, cuando de casualidad te llevas un
libro o un lapicero de tu compañero y temes devolverle por miedo a lo que te
digan los demás, prefiriendo quedarte callado ante el hecho, evaluando la
desventaja de ser honesto y que dañes tu imagen por un mal entendido.
Como la mayoría de las virtudes, la
honestidad conviene desarrollarla y ejercitarla al máximo con las demás. Cuanto
más se ejercita, más se convierte en una disposición afincada. Pero hay una
respuesta rápida: tomarla en serio. Se debe reconocer que la honestidad es una
condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad, para la
auténtica vida. Sin embargo, se debe tomar en serio por sí misma, ya que de
tanto practicarla se nos vuelve común aplicarla y convertirnos en personas de bien, manteniendo una relación
sana y fuerte en tu vida.
En conclusión, es muy importante
practicar la honestidad y convertirla en un hábito para nuestro estilo de vida. Se debe estar
conscientes de cómo esto afecta por pequeña que sea y reconocer que es una
condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad y la
sinceridad. Ser deshonesto es ser falso, injusto; pero así como presenta
ventajas también tiene muchas desventajas
y muchas complicaciones en tu ámbito emocional, y en tu subconsciente, porque al
engañar a los demás, se ve en la necesidad de crear otra mentira para sustentar
lo anterior y así continuar, viviendo en una vida de mentiras porque tú sabrás
cual es la verdad y te engañaras a ti
mismo; pero al único que no se le puede engañar es a Dios, quien todo lo ve y
todo lo sabe.
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BIBLIOGRAFÍA:
BERNSTEIN,
Jeffrey (2013) En: Hatter, Kathryn. Cómo
construir la honestidad en adolescentes Recuperado de: http://www.ehowenespanol.com/como-construir-la-honestidad-en-adolescentes_12686810/
BRICEÑO, Angelín
(2011, 6 de abril) Un valor que al paso
del tiempo la sociedad cada día pierde más y más. Recuperado de: http://wwwwlahonestidad.blogspot.pe/
Importancia de la Honestidad. Recuperado de: https://lahonestidad01.wikispaces.com/la+importancia+de+la+honestidad
PEREZ, Julián y
María, MERINO (2008) Concepto de
Honestidad. Recuperado de: https://definicion.de/honestidad/
RAMÍREZ, Hugo
(2013, 23 de abril) La onda de la
honestidad en los adolescentes. Recuperado de: http://mdoadolescente.blogspot.pe/2013/04/la-onda-de-la-honestidad-en-los.html
Real Academia
Española (RAE) Concepto de honestidad.
Recuperado de:
ROMÁN, Sergio G.
La Honestidad: Honesto es, el que actúa
siempre conforme a la voluntad divina y conforme a su propia conciencia. Recuperado
de: http://es.catholic.net/op/articulos/6643/cat/141/la-honestidad.html
TAGLE, Hugo. El
valor de la transparencia: La honestidad. Recuperado de: http://es.catholic.net/op/articulos/42455/el-valor-de-la-transparencia-la-honestidad.html
